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Barbacoas en las Comunidades de Propietarios


Las barbacoas son una actividad popular, especialmente cuando el buen clima nos invita a disfrutar del aire libre y de la compañía de amigos y familiares. Sin embargo, cuando se trata de realizar barbacoas en comunidades de propietarios, pueden surgir una serie de problemas que afectan la convivencia y la seguridad de todos los residentes.

En la administración de fincas se dan muchas situaciones que pueden acrecentar la controversia entre los vecinos por la disparidad de puntos de vista, o también por la desinformación sobre algún asunto concreto, de ahí que la intervención de un profesional inmobiliario sea fundamental para ofrecer la información necesaria y así arrojar un poco de luz a los vecinos y al presidente de la comunidad

En primer lugar, uno de los principales problemas que pueden surgir al realizar barbacoas en comunidades de propietarios es el humo y el olor que pueden generar. El humo de las barbacoas puede molestar a los vecinos, especialmente si se filtra en sus viviendas o áreas comunes, causando molestias e incomodidades. Esto puede generar conflictos entre los vecinos y afectar la armonía del lugar.

Otro problema común asociado a las barbacoas en comunidades de propietarios es el ruido y las aglomeraciones de personas. Las barbacoas suelen ser eventos sociales en los que se reúnen varias personas, lo que puede ocasionar ruidos excesivos y molestias a los vecinos que buscan tranquilidad en su hogar. Además, las aglomeraciones de personas pueden generar problemas de seguridad y dificultar el acceso a las áreas comunes de la comunidad.

Además de los problemas relacionados con el humo, el ruido y las aglomeraciones, las barbacoas en comunidades de propietarios también pueden ocasionar problemas de limpieza y mantenimiento. Los residuos generados por las barbacoas, como restos de comida, carbón y utensilios, pueden ensuciar las áreas comunes de la comunidad y atraer plagas de insectos y roedores. Esto puede requerir un esfuerzo adicional por parte de la comunidad para mantener limpias y ordenadas las áreas comunes.

Otro problema importante que puede surgir al realizar barbacoas en comunidades de propietarios es el riesgo de incendios. El uso de fuego abierto en espacios compartidos puede aumentar el riesgo de incendios, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas. Un incendio en una comunidad de propietarios puede tener consecuencias devastadoras, tanto en términos de daños materiales como de seguridad de los residentes.

Barbacoas en zonas comunes

En el caso de que existan Estatutos en la comunidad de vecinos y haya algún artículo que prohíba expresamente el uso de barbacoas portátiles, los vecinos no podrán utilizarlas en las zonas comunes. Pero lo más habitual es que no haya una prohibición expresa y cuando se utiliza una barbacoa resulta complicado demostrar que un vecino está causando problemas a la comunidad, sobre todo cuando se utiliza puntualmente y no de manera excesiva.

Sin embargo, es cierto que algunos vecinos pueden quejarse por el humo o los olores y podrían acudir al artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal que habla de actividades molestas o peligrosas en una comunidad de vecinos.

La jurisprudencia en este aspecto suele ser permisiva con el uso de barbacoas individuales en las fincas porque se entiende que son de uso generalizado y la mayoría acepta las posibles molestias que pueden ocasionar, de ahí que los tribunales no suelen considerar una actividad molesta o peligrosa esta práctica en las comunidades, sobre todo porque se utilizan de manera esporádica y el perjuicio que provocan es puntual y debe ser tolerado por el resto de los propietarios.

Los profesionales recomiendan que la mejor manera de regular el uso de las barbacoas es mediante una normativa interna (Estatutos de la Comunidad) que trate de equilibrar la tolerancia, el respeto hacia los demás vecinos y la libertad de uso de las zonas comunes de una comunidad. Si se aplica correctamente el sentido común y todos ponen de su parte, se pueden redactar unas normas donde todo el mundo se sienta respetado.

Además de establecer normas claras, es fundamental fomentar la comunicación y el respeto entre los vecinos. Se deben promover actividades que fomenten la integración y el compañerismo, pero siempre respetando los derechos y las necesidades de cada uno.

En resumen, aunque las barbacoas pueden ser una actividad divertida y social, es importante tener en cuenta los problemas que pueden surgir al realizarlas en comunidades de propietarios. Establecer normas claras, promover la comunicación y el respeto entre los vecinos, y tomar medidas de seguridad adecuadas son clave para garantizar una convivencia armoniosa y segura para todos.