Trucos para Echar a un Inquilino que No Paga: Lo que Necesitas Saber
En ocasiones, los propietarios de viviendas se enfrentan a situaciones complicadas cuando sus inquilinos no cumplen con el pago de la renta. Aunque la tentación de actuar de manera rápida y tajante puede ser grande, es fundamental recordar que el desalojo de un inquilino debe seguir un procedimiento legal específico en España. Aquí te explicamos los pasos correctos a seguir y algunos trucos para gestionar la situación de manera eficiente y dentro de la ley.
1. Comunicar la Situación al Inquilino: La Prevención es Clave
Antes de iniciar cualquier proceso legal, lo ideal es tratar de solucionar el problema directamente con el inquilino. A veces, los impagos pueden deberse a problemas temporales como dificultades económicas o malentendidos, y una simple conversación puede ser suficiente para aclarar la situación.
Si el inquilino está dispuesto a pagar, pero se ha retrasado, es importante establecer un acuerdo de pago por escrito, detallando los plazos y montos, para asegurarte de que se cumpla lo pactado.
2. Revisión del Contrato de Arrendamiento
Antes de tomar cualquier acción, es fundamental revisar el contrato de arrendamiento. Asegúrate de que el inquilino ha incumplido las condiciones establecidas, como el pago de la renta, y verifica los procedimientos que se mencionan en el contrato para casos de impago.
Algunos contratos incluyen una cláusula resolutoria que permite al propietario rescindir el contrato si el inquilino no paga después de un cierto número de días. Esta cláusula suele indicar un plazo específico para que el inquilino regularice su deuda antes de que el propietario pueda rescindir el contrato de manera unilateral.
3. Enviar un Aviso Formal: Reclamación por Escrito
Si el inquilino continúa sin pagar, el siguiente paso es enviar un burofax o una carta certificada en la que se le notifique el incumplimiento del contrato. En esta comunicación se debe exigir el pago inmediato de la deuda y advertir sobre las posibles acciones legales si no se regulariza la situación en un plazo determinado.
En algunos casos, este aviso puede ser suficiente para que el inquilino se ponga al día con los pagos. Recuerda que enviar este tipo de documentos por escrito y con acuse de recibo te dará pruebas legales en caso de que se necesite recurrir a la vía judicial.
4. Demandar por Incumplimiento de Contrato: El Procedimiento Judicial
Si la deuda persiste y el inquilino no responde al aviso formal, es hora de iniciar el procedimiento judicial de desahucio por impago. En España, este proceso se lleva a cabo en los Juzgados de Primera Instancia. Existen dos tipos principales de demanda en estos casos:
- Desahucio por falta de pago: Es el más común y se utiliza cuando el inquilino no ha pagado la renta en el plazo acordado.
- Desahucio por incumplimiento de otras cláusulas: Si el inquilino ha incumplido otras condiciones del contrato, como subarrendar la vivienda sin permiso o realizar actividades ilegales en la propiedad.
El procedimiento judicial de desahucio por impago puede durar entre 1 y 3 meses, dependiendo de la carga de trabajo de los tribunales y si el inquilino se opone al desahucio. El abogado que te represente puede solicitar la ejecución de la sentencia si el inquilino no se ha marchado voluntariamente tras el desahucio.
5. La Vía Extrajudicial: Acuerdos de Pago o Compromisos
En algunas ocasiones, el propietario puede optar por intentar una solución extrajudicial, que suele ser más rápida y menos costosa. Esto puede incluir llegar a un acuerdo de pago con el inquilino, como la creación de un plan de pagos fraccionados para abonar la deuda pendiente. Para ello, es importante tener en cuenta que todo acuerdo debe formalizarse por escrito, de manera que ambas partes queden protegidas.
Además, si el inquilino tiene propiedades o activos, puedes negociar con él para que se comprometa a liquidar la deuda mediante otros bienes, sin necesidad de recurrir al desahucio judicial.
6. Obtener una Orden de Desahucio
Si el procedimiento judicial ha concluido y el juez ha dictado una sentencia favorable al propietario, se puede solicitar la orden de desahucio. Esto implica que la autoridad judicial autoriza la entrada de los agentes de la ley para desalojar al inquilino de la vivienda.
Una vez que se haya dictado esta orden, el inquilino tiene un plazo de tiempo para abandonar la propiedad. Si no lo hace voluntariamente, los agentes judiciales procederán con el desalojo forzoso.
7. Evitar el Uso de Trucos Ilegales
Es importante destacar que, aunque pueda parecer tentador, el uso de trucos ilegales o coacciones para forzar al inquilino a marcharse (como cortar suministros, cambiar cerraduras o amenazar al inquilino) es completamente ilegal y puede resultar en consecuencias judiciales graves para el propietario. El único camino legítimo para proceder con el desalojo es el proceso legal mencionado anteriormente.
8. Protección de los Derechos del Propietario: Consejos Finales
- Actuar con rapidez y dentro de la ley: Cuanto antes tomes medidas, más fácil será resolver la situación antes de que la deuda se acumule y el proceso judicial se alargue innecesariamente.
- Documentar todo: Guarda copias de todas las comunicaciones, pagos, y cualquier documento relacionado con el impago para tener pruebas en caso de que necesites recurrir a los tribunales.
- Consultoría legal: En estos casos, es altamente recomendable contar con un abogado especializado en arrendamientos y desahucios para que te asesore sobre el procedimiento y te ayude a tomar las decisiones más adecuadas.
Conclusión
Echar a un inquilino que no paga es un proceso que puede resultar complicado y largo, pero siguiendo los pasos adecuados, siempre dentro del marco legal, puedes recuperar tu propiedad y hacer valer tus derechos como propietario. Recuerda que la mejor manera de evitar este tipo de situaciones es mantener una comunicación abierta con el inquilino desde el principio y establecer cláusulas claras en el contrato de arrendamiento.
Si te encuentras en una situación de impago, no dudes en contactar con un abogado especializado en arrendamientos para recibir la mejor orientación posible.